Aunque alrededor de la ortodoncia ha surgido un buen número de creencias, lo cierto es que se trata de un procedimiento que por su naturaleza y objetivos está hecho para niños, adolescentes y adultos; incluso para personas de la tercera edad. La razón es sencilla: el objetivo de la ortodoncia, en casi todos los casos, es mejorar la estética facial y corregir irregularidades dentales.
Se puede hacer ortodoncia a cualquier edad: en un adolescente o un adulto, y hasta en el adulto mayor. La única limitación que impone este tratamiento es que el paciente no tenga un buen soporte de hueso y de encías, o que éstas no se encuentren sanas.
Uno de los mitos más comunes sobre los brackets, y que sigue arraigado en el imaginario de algunas personas, dice que es clave ponerlos en la adolescencia, pues “los dientes se mueven con mayor facilidad en esta etapa”.
Los dientes siempre se van a mover, lo hacen durante toda la vida, pues el cuerpo va cambiando: cambia el pelo, cambia la piel, cambian los músculos… es un proceso natural.
Por esta misma razón es indispensable, después de un tratamiento de ortodoncia, el uso de los retenedores y la asistencia juiciosa a los controles programados. De esta manera se mantienen los resultados obtenidos.
Ahora somos conscientes de lo importante y fácil que es la ortodoncia para poder realizar otro tipo de tratamientos, como rehabilitaciones o implantes, al reacomodar los dientes.
Clínica de Ortodoncia del Dr. Andrés Sendin en Salamanca